miércoles, 26 de mayo de 2010

El sistema económico de la Biblia (3ª parte)

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Tercera y última entrega de esta serie de principios económicos contenidos en la Biblia, a través de versículos seleccionados por el Comité Rector del Concilio Eclesiástico Internacional:

Artículo XII

Afirmamos que aunque todos los hombres son creados iguales con respecto a sus derechos y libertades, aún así no son creados iguales en sus habilidades intelectuales, creativas o físicas y que estas desigualdades son un factor de consideración en la habilidad de un individuo para producir riqueza.

Negamos que todas las personas tengan la misma habilidad intelectual o física, o que todas las personas deban tener la expectativa de disfrutar el mismo nivel de productividad o riqueza.

Levítico 19:15: No harás agravio en el juicio: no tendrás respeto al pobre, ni honrarás la cara del grande: con justicia juzgarás á tu prójimo.

Proverbios 17:5: El que escarnece al pobre, afrenta á su Hacedor: Y el que se alegra en la calamidad, no quedará sin castigo.

22:2: El rico y el pobre se encontraron: A todos ellos hizo Jehová.

Marcos 14:7: Que siempre tendréis los pobres con vosotros, y cuando quisiereis les podréis hacer bien; mas á mí no siempre me tendréis.

Lucas 19:12-27: 12 Dijo pues: Un hombre noble partió á una provincia lejos, para tomar para sí un reino, y volver. 13 Mas llamados diez siervos suyos, les dió diez minas, y díjoles: Negociad entre tanto que vengo. 14 Empero sus ciudadanos le aborrecían, y enviaron tras de Él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros. 15 Y aconteció, que vuelto Él, habiendo tomado el reino, mandó llamar á sí á aquellos siervos á los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno. 16 Y vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. 17 Y Él le dice: Está bien, buen siervo; pues que en lo poco has sido fiel, tendrás potestad sobre diez ciudades. 18 Y vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha hecho cinco minas. 19 Y también á éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades. 20 Y vino otro, diciendo: Señor, he aquí tu mina, la cual he tenido guardada en un pañizuelo: 21 Porque tuve miedo de ti, que eres hombre recio; tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste. 22 Entonces Él le dijo: Mal siervo, de tu boca te juzgo. Sabías que yo era hombre recio, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré; 23 ¿Por qué, no diste mi dinero al banco, y yo viniendo lo demandara con el logro? 24 Y dijo á los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas. 25 Y ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas. 26 Pues yo os digo que á cualquiera que tuviere, le será dado; mas al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado. 27 Y también á aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y degolladlos delante de mí.

Hechos 10:34: Entonces Pedro, abriendo su boca, dijo: Por verdad hallo que Dios no hace acepción de personas;

Romanos. 12:6-8: 6 De manera que, teniendo diferentes dones según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme á la medida de la fe; 7 ó si ministerio, en servir; ó el que enseña, en doctrina; 8 El que exhorta, en exhortar; el que reparte, hágalo en simplicidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

1 Corintios 12:12: Porque de la manera que el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, así también Cristo.

Gálatas 3:28: No hay Judío, ni Griego; no hay siervo, ni libre; no hay varón, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Artículo XIII

Afirmamos que el Cristiano es llamado al uso compasivo de la riqueza lo que incluye un llamado al dar sacrificial para brindar asistencia a los pobres y a los necesitados.

Negamos que una cosmovisión Cristiana permita el uso egoísta de la riqueza o el acaparamiento de la misma.

Éxodo 22:25: Si dieres á mi pueblo dinero emprestado, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura.

Deuteronomio 15:7-8: 7 Cuando hubiere en ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en tu tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano á tu hermano pobre: 8 Mas abrirás á él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que basta, lo que hubiere menester.

24:14-15: 14 No hagas agravio al jornalero pobre y menesteroso, así de tus hermanos como de tus extranjeros que están en tu tierra en tus ciudades: 15 En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo: pues es pobre, y con él sustenta su vida: porque no clame contra ti á Jehová, y sea en ti pecado.

Salmo 68:10: Los que son de tu grey han morado en ella: Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.

Proverbios 14:21: Peca el que menosprecia á su prójimo: Mas el que tiene misericordia de los pobres, es bienaventurado.

14:31: El que oprime al pobre, afrenta á su Hacedor: Mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra.

19:17: A Jehová empresta el que da al pobre, Y él le dará su paga.

22:16: El que oprime al pobre para aumentarse él, Y que da al rico, ciertamente será pobre.

28:8: El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, Para que se dé á los pobres lo allega.

Efesios 4:28: El que hurtaba, no hurte más; antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad.

Colonenses 3:5: Amortiguad, pues, vuestros miembros que están sobre la tierra: fornicación, inmundicia, molicie, mala concupiscencia, y avaricia, que es idolatría:

1 Timoteo 6:10: Porque el amor del dinero es la raíz de todos los males: el cual codiciando algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Artículo XIV

Afirmamos que Dios le da al individuo la responsabilidad de tomar decisiones en cuanto a cómo hará uso de su riqueza.

Negamos que el gobierno civil tenga la responsabilidad o el derecho de redistribuir la riqueza, o de dirigir al individuo en el uso de su riqueza en tanto que el individuo no esté actuando de manera inmoral.

Éxodo 20:15: No hurtarás.

Proverbios 10:15-16: 15 Las riquezas del rico son su ciudad fuerte; Y el desmayo de los pobres es su pobreza. 16 La obra del justo es para vida; Mas el fruto del impío es para pecado.

22:16: El que oprime al pobre para aumentarse él, Y que da al rico, ciertamente será pobre.

Eclesiastés 2:24-25: 24 No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma vea el bien de su trabajo. También tengo yo visto que esto es de la mano de Dios. 25 Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo?

Mateo 25:14-30: 14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que partiéndose lejos llamó á sus siervos, y les entregó sus bienes. 15 Y á éste dió cinco talentos, y al otro dos, y al otro uno: á cada uno conforme á su facultad; y luego se partió lejos. 16 Y el que había recibido cinco talentos se fué, y granjeó con ellos, é hizo otros cinco talentos. 17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también Él otros dos. 18 Mas el que había recibido uno, fué y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. 19 Y después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos, é hizo cuentas con ellos. 20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí otros cinco talentos he ganado sobre ellos. 21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor. 22 Y llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí otros dos talentos he ganado sobre ellos. 23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor. 24 Y llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste, y recoges donde no esparciste; 25 Y tuve miedo, y fuí, y escondí tu talento en la tierra: he aquí tienes lo que es tuyo. 26 Y respondiendo su señor, le dijo: Malo y negligente siervo, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí; 27 Por tanto te convenía dar mi dinero á los banqueros, y viniendo yo, hubiera recibido lo que es mío con usura. 28 Quitadle pues el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. 29 Porque á cualquiera que tuviere, le será dado, y tendrá más; y al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado. 30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes.

2 Tesalonicenses 3:10-15: 10 Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma. 11 Porque oímos que andan algunos entre vosotros fuera de orden, no trabajando en nada, sino ocupados en curiosear. 12 Y á los tales requerimos y rogamos por nuestro Señor Jesucristo, que, trabajando con reposo, coman su pan. 13 Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien. 14 Y si alguno no obedeciere á nuestra palabra por carta, notad al tal, y no os juntéis con Él, para que se avergüence. 15 Mas no lo tengáis como á enemigo, sino amonestadle como á hermano.


Artículo XV

Afirmamos que es responsabilidad de la Iglesia enseñar los principios fundamentales de la economía bíblica y equipar a su gente a discernir entre las actividades y sistemas económicos bíblicos y aquellos que no lo son.

Negamos que el aprendizaje o la práctica de la economía bíblica sea algo opcional para el Cristiano, o que el ministerio de la Iglesia pueda ser considerado exitoso sin el entrenamiento diligente de su gente en la economía bíblica.

Deuteronomio 28:1-68: 1 Y SERÁ que, si oyeres diligente la voz de Jehová tu Dios, para guardar, para poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te pondrá alto sobre todas las gentes de la tierra; 2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios. 3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. 4 Bendito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu bestia, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. 5 Bendito tu canastillo y tus sobras. 6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.
7 Pondrá Jehová á tus enemigos que se levantaren contra ti, de rota batida delante de ti: por un camino saldrán á ti, por siete caminos huirán delante de ti. 8 Enviará Jehová contigo la bendición en tus graneros, y en todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da. 9 Confirmarte ha Jehová por pueblo suyo santo, como te ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos. 10 Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es llamado sobre ti, y te temerán. 11 Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que juró Jehová á tus padres que te había de dar. 12 Abrirte ha Jehová su buen depósito, el cielo, para dar lluvia á tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás á muchas gentes, y tú no tomarás emprestado. 13 Y te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola: y estarás encima solamente, y no estarás debajo; cuando obedecieres á los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas. 14 Y no te apartes de todas las palabras que yo os mando hoy, ni á diestra ni á siniestra, para ir tras dioses ajenos para servirles.
15 Y será, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para cuidar de poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos, que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. 16 Maldito serás tu en la ciudad, y maldito en el campo. 17 Maldito tu canastillo, y tus sobras. 18 Maldito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. 19 Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.
20 Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano é hicieres, hasta que seas destruído, y perezcas presto á causa de la maldad de tus obras, por las cuales me habrás dejado. 21 Jehová hará que se te pegue mortandad, hasta que te consuma de la tierra á la cual entras para poseerla. 22 Jehová te herirá de tisis, y de fiebre, y de ardor, y de calor, y de cuchillo, y de calamidad repentina, y con añublo; y perseguirte han hasta que perezcas. 23 Y tus cielos que están sobre tu cabeza, serán de metal; y la tierra que está debajo de ti, de hierro. 24 Dará Jehová por lluvia á tu tierra polvo y ceniza: de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas. 25 Jehová te entregará herido delante de tus enemigos: por un camino saldrás á ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos: y serás sacudido á todos los reinos de la tierra. 26 Y será tu cuerpo muerto por comida á toda ave del cielo, y bestia de la tierra, y no habrá quien las espante. 27 Jehová te herirá de la plaga de Egipto, y con almorranas, y con sarna, y con comezón, de que no puedas ser curado. 28 Jehová te herirá con locura, y con ceguedad, y con pasmo de corazón. 29 Y palparás al mediodía, como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos: y nunca serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve. 30 Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la vendimiarás. 31 Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no se te volverá; tus ovejas serán dadas á tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate. 32 Tus hijos y tus hijas serán entregados á otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día: y no habrá fuerza en tu mano. 33 El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y nunca serás sino oprimido y quebrantado todos los días. 34 Y enloquecerás á causa de lo que verás con tus ojos. 35 Herirte ha Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, sin que puedas ser curado: aun desde la planta de tu pie hasta tu mollera. 36 Jehová llevará á ti, y á tu rey que hubieres puesto sobre ti, á gente que no conociste tú ni tus padres; y allá servirás á dioses ajenos, al palo y á la piedra. 37 Y serás por pasmo, por ejemplo y por fábula, á todos los pueblos á los cuales te llevará Jehová. 38 Sacarás mucha simiente al campo, y cogerás poco: porque la langosta lo consumirá. 39 Plantarás viñas y labrarás, mas no beberás vino, ni cogerás uvas; porque el gusano las comerá. 40 Tendrás olivas en todo tu término, mas no te ungirás con el aceite; porque tu aceituna se caerá. 41 Hijos é hijas engendrarás, y no serán para ti; porque irán en cautiverio. 42 Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra consumirá la langosta. 43 El extranjero que estará en medio de ti subirá sobre ti muy alto, y tú serás puesto muy bajo. 44 El te prestará á ti, y tú no prestarás á él: él será por cabeza, y tú serás por cola. 45 Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido á la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó: 46 Y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu simiente para siempre.
47 Por cuanto no serviste á Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas; 48 Servirás por tanto á tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte. 49 Jehová traerá sobre ti gente de lejos, del cabo de la tierra, que vuele como águila, gente cuya lengua no entiendas; 50 Gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño: 51 Y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas: y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte. 52 Y te pondrá cerco en todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y encastillados en que tú confías, en toda tu tierra: te cercará, pues, en todas tus ciudades y en toda tu tierra, que Jehová tu Dios te habrá dado. 53 Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dió, en el cerco y en al apuro con que te angustiará tu enemigo. 54 El hombre tierno en ti, y el muy delicado, su ojo será maligno para con su hermano, y para con la mujer de su seno, y para con el resto de sus hijos que le quedaren; 55 Para no dar á alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comerá, porque nada le habrá quedado, en el cerco y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades. 56 La tierna y la delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie probó á sentar sobre la tierra, de ternura y delicadeza, su ojo será maligno para con el marido de su seno, y para con su hijo, y para con su hija, 57 Y para con su chiquita que sale de entre sus pies, y para con sus hijos que pariere; pues los comerá escondidamente, á falta de todo, en el cerco y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.
58 Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de aquesta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y terrible, JEHOVÁ TU DIOS, 59 Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu simiente, plagas grandes y estables, y enfermedades malignas y duraderas; 60 Y hará volver sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y se te pegarán. 61 Asismismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la enviará sobre ti, hasta que tú seas destruído. 62 Y quedaréis en poca gente, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud; por cuanto no obedeciste á la voz de Jehová tu Dios. 63 Y será que como Jehová se gozó sobre vosotros para haceros bien, y para multiplicaros, así se gozará Jehová sobre vosotros para arruinaros, y para destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra, á la cual entráis para poseerla.
64 Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde el un cabo de la tierra hasta el otro cabo de ella; y allí servirás á dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y á la piedra. 65 Y ni aun entre las mismas gentes descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; que allí te dará Jehová corazón temeroso, y caimiento de ojos, y tristeza de alma: 66 Y tendrás tu vida como colgada delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no confiarás de tu vida. 67 Por la mañana dirás: ¡Quién diera fuese la tarde! y á la tarde dirás: ¡Quién diera fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos. 68 Y Jehová te hará tornar á Egipto en navíos por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volveréis: y allí seréis vendidos á vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien os compre.

Salmo 119:142: Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad.

Romanos 1:20: Porque las cosas invisibles de Él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexcusables:

2 Timoteo 3:16-17: 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra.

Hebreos 4:12: Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Artículo XVI

Afirmamos que el diezmo (que es el 10%) es un principio económico bíblico fundamental.

Negamos que el diezmo no se aplique a los Cristianos en la actualidad, o que la responsabilidad económica de un Cristiano esté cumplida cuando no se practica el diezmo.

Génesis 14:18-19: 18 Entonces Melchîsedec, rey de Salem, sacó pan y vino; el cual era sacerdote del Dios alto; 19 Y bendíjole, y dijo: Bendito sea Abram del Dios alto, poseedor de los cielos y de la tierra;

Levítico 27:30-32: Y toda décima de vacas ó de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, la décima será consagrada á Jehová.

Malaquías 3:8-12: 8 ¿Robará el hombre á Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? Los diezmos y las primicias. 9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. 10 Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. 11 Increparé también por vosotros al devorador, y no os corromperá el fruto de la tierra; ni vuestra vid en el campo abortará, dice Jehová de los ejércitos. 12 Y todas las gentes os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.

Mateo 23:23: ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es á saber, el juicio y la misericordia y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo otro.

Hebreos 7:9-10: 9 Y, por decirlo así, en Abraham fué diezmado también Leví, que recibe los diezmos; 10 Porque aun estaba en los lomos de su padre cuando Melchîsedec le salió al encuentro.

Artículo XVII

Afirmamos que todo hombre que practique la economía bíblica puede esperar la bendición de Dios de provisión e incremento en sus labores, y que Dios es soberano, en última instancia, en la economía y puede, para Sus propios propósitos, retener la bendición económica.

Negamos que el hombre deba trabajar sin esperanza, o que exista alguna fórmula que de manera automática, y sin falta alguna, garantice la prosperidad económica, o que la soberanía de Dios esté excluida del ámbito de la economía.

Job 1:21: Y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo tornaré allá. Jehová dió, y Jehová quitó: sea el nombre de Jehová bendito.

Proverbios 22:29: ¿Has visto hombre solícito en su obra? delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja suerte.

Eclesiastés 9:11: Tornéme, y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontece á todos.

Hageo 2:15-19: 15 Ahora pues, poned vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pusiesen piedra sobre piedra en el templo de Jehová, 16 Antes que fuesen estas cosas, venían al montón de veinte hanegas, y había diez; venían al lagar para sacar cincuenta cántaros del lagar, y había veinte. 17 Os herí con viento solano, y con tizoncillo, y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis á mí, dice Jehová. 18 Pues poned ahora vuestro corazón desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento al templo de Jehová; poned vuestro corazón. 19 ¿Aun no está la simiente en el granero? ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de la oliva ha todavía florecido: mas desde aqueste día daré bendición.

Mateo 5:45: Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos: que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueve sobre justos é injustos.

20:11-16: 11 Y tomándolo, murmuraban contra el padre de la familia, 12 Diciendo: Estos postreros sólo han trabajado una hora, y los has hecho iguales á nosotros, que hemos llevado la carga y el calor del día. 13 Y Él respondiendo, dijo á uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no te concertaste conmigo por un denario? 14 Toma lo que es tuyo, y vete; mas quiero dar á este postrero, como á ti. 15 ¿No me es lícito á mi hacer lo que quiero con lo mío? ó ¿es malo tu ojo, porque yo soy bueno? 16 Así los primeros serán postreros, y los postreros primeros: porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.

21:33-43: 33 Oid otra parábola: Fué un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña; y la cercó de vallado, y cavó en ella un lagar, y edificó una torre, y la dió á renta á labradores, y se partió lejos. 34 Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos á los labradores, para que recibiesen sus frutos. 35 Mas los labradores, tomando á los siervos, al uno hirieron, y al otro mataron, y al otro apedrearon. 36 Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; é hicieron con ellos de la misma manera. 37 Y á la postre les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto á mi hijo. 38 Mas los labradores, viendo al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y tomemos su heredad. 39 Y tomado, le echaron fuera de la viña, y le mataron. 40 Pues cuando viniere el señor de la viña, ¿qué hará á aquellos labradores? 41 Dícenle: á los malos destruirá miserablemente, y su viña dará á renta á otros labradores, que le paguen el fruto á sus tiempos. 42 Díceles Jesús: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los que edificaban, Esta fué hecha por cabeza de esquina: Por el Señor es hecho esto, Y es cosa maravillosa en nuestros ojos? 43 Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado á gente que haga los frutos de Él.

1 Corintios 9:9-10: 9 Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes? 10 ¿O dícelo enteramente por nosotros? Pues por nosotros está escrito: porque con esperanza ha de arar el que ara; y el que trilla, con esperanza de recibir el fruto.

Hebreos 11:32-40: 32 ¿Y qué más digo? porque el tiempo me faltará contando de Gedeón, de Barac, de Samsón, de Jephté, de David, de Samuel, y de los profetas: 33 Que por fe ganaron reinos, obraron justicia, alcanzaron promesas, taparon las bocas de leones, 34 Apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de cuchillo, convalecieron de enfermedades, fueron hechos fuertes en batallas, trastornaron campos de extraños. 35 Las mujeres recibieron sus muertos por resurrección; unos fueron estirados, no aceptando el rescate, para ganar mejor resurrección; 36 Otros experimentaron vituperios y azotes; y á más de esto prisiones y cárceles; 37 Fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos á cuchillo; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; 38 De los cuales el mundo no era digno; perdidos por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. 39 Y todos éstos, aprobados por testimonio de la fe, no recibieron la promesa; 40 Proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen perfeccionados sin nosotros.

Artículo XVIII

Afirmamos que existe únicamente una teoría económica legítima para todas las gentes de todas las culturas la cual es la teoría económica bíblica.
Negamos que existan múltiples teorías económicas válidas.

Deuteronomio 8:18-20: 18 Antes acuérdate de Jehová tu Dios: porque él te da el poder para hacer las riquezas, á fin de confirmar su pacto que juró á tus padres, como en este día. 19 Mas será, si llegares á olvidarte de Jehová tu Dios, y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres, y á ellos te encorvares, protésto lo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. 20 Como las gentes que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis; por cuanto no habréis atendido á la voz de Jehová vuestro Dios.

Proverbios 14:34: La justicia engrandece la nación: Mas el pecado es afrenta de las naciones.

20:10: Doble pesa y doble medida, Abominación son á Jehová ambas cosas.

Juan 16:13: Y aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.

17:17: Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad.

Romanos 1:18-22: 18 Porque manifiesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad é injusticia de los hombres, que detienen la verdad con injusticia: 19 Porque lo que de Dios se conoce, á ellos es manifiesto; porque Dios se lo manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de Él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexcusables: 21 Porque habiendo conocido á Dios, no le glorificaron como á Dios, ni dieron gracias; antes se desvanecieron en sus discursos, y el necio corazón de ellos fué entenebrecido. 22 Diciéndose ser sabios, se hicieron fatuos,

2:14-16: 14 Porque los Gentiles que no tienen ley, naturalmente haciendo lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son ley á sí mismos: 15 Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, y acusándose y también excusándose sus pensamientos unos con otros; 16 En el día que juzgará el Señor lo encubierto de los hombres, conforme á mi evangelio, por Jesucristo.

1 Timoteo 6:3-6: 3 Si alguno enseña otra cosa, y no asiente á sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y á la doctrina que es conforme á la piedad; 4 Es hinchado, nada sabe, y enloquece acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias, malas sospechas, 5 Porfías de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que tienen la piedad por granjería: apártate de los tales. 6 Empero grande granjería es la piedad con contentamiento.

Santiago 4:1-10: 1 ¿DE dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No son de vuestras concupiscencias, las cuales combaten en vuestros miembros? 2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y guerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
4 Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. 5 ¿Pensáis que la Escritura dice sin causa: Es espíritu que mora en nosotros codicia para envidia?
6 Mas Él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.
7 Someteos pues á Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá. 8 Allegaos á Dios, y él se allegará á vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros de doblado ánimo, purificad los corazones. 9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. 10 Humillaos delante del Señor, y Él os ensalzará.

Apocalipsis 20:12-15: 12 Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos: y otro libro fué abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar dió los muertos que estaban en Él; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fué hecho juicio de cada uno según sus obras. 14 Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no fué hallado escrito en el libro de la vida, fué lanzado en el lago de fuego.
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viernes, 21 de mayo de 2010

El sistema económico de la Biblia (2ª parte)

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Segunda entrega de esta serie de principios económicos contenidos en la Biblia, a través de versículos seleccionados por el Comité Rector del Concilio Eclesiástico Internacional:

Artículo VII

Afirmamos que para el Cristiano el incentivo primordial para la producción de riqueza ha de ser su actitud de mayordomía para con Dios.

Negamos que la actitud de un Cristiano maduro sea la que busque la ganancia económica por razones egoístas.


Deuteronomio 8:11-20: 11 Guárdate, que no te olvides de Jehová tu Dios, para no observar sus mandamientos, y sus derechos, y sus estatutos, que yo te ordeno hoy: 12 Que quizá no comas y te hartes, y edifiques buenas casas en que mores, 13 Y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multiplique, y todo lo que tuvieres se te aumente, 14 Y se eleve luego tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de siervos; 15 Que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde ningún agua había, y él te sacó agua de la roca del pedernal; 16 Que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para á la postre hacerte bien; 17 Y digas en tu corazón: Mi poder y la fortaleza de mi mano me han traído esta riqueza. 18 Antes acuérdate de Jehová tu Dios: porque él te da el poder para hacer las riquezas, á fin de confirmar su pacto que juró á tus padres, como en este día. 19 Mas será, si llegares á olvidarte de Jehová tu Dios, y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres, y á ellos te encorvares, protesto lo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. 20 Como las gentes que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis; por cuanto no habréis atendido á la voz de Jehová vuestro Dios.

Proverbios 30:8-9: 8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí. No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan que he menester; 9 No sea que me harte, y te niegue, y diga, ¿Quién es Jehová? O no sea que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.

Hababuc 2:13-14: 13 ¿No es esto de Jehová de los ejércitos? Los pueblos pues trabajarán para el fuego, y las gentes se fatigarán en vano. 14 Porque la tierra será llena de conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren la mar.

Lucas 12:16-21: 16 Y refirioles una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había llevado mucho; 17 Y Él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿qué haré, porque no tengo donde juntar mis frutos? 18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores, y allí juntaré todos mis frutos y mis bienes; 19 Y diré á mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, huélgate. 20 Y díjole Dios: Necio, esta noche vuelven á pedir tu alma; y lo que has prevenido, ¿de quién será? 21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico en Dios.

16:9-13: 9 Y yo os digo: Haceos amigos de las riquezas de maldad, para que cuando faltareis, os reciban en las moradas eternas. 10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel: y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. 11 Pues si en las malas riquezas no fuisteis fieles. ¿quién os confiará lo verdadero? 12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? 13 Ningún siervo puede servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó se allegará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir á Dios y á las riquezas.

1 Cor. 10:31: Si pues coméis, ó bebéis, ó hacéis otra cosa, hacedlo todo á gloria de Dios.


Efesios 6:5-9: 5 Siervos, obedeced á vuestros amos según la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como á Cristo; 6 No sirviendo al ojo, como los que agradan á los hombres; sino como siervos de Cristo, haciendo de ánimo la voluntad de Dios; 7 Sirviendo con buena voluntad, como al Señor, y no á los hombres; 8 Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, esto recibirá del Señor, sea siervo ó sea libre. 9 Y vosotros, amos, haced á ellos lo mismo, dejando las amenazas: sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que no hay acepción de personas con Él.

Colonenses 3:23-24: 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no á los hombres; 24 Sabiendo que del Señor recibiréis la compensación de la herencia: porque al Señor Cristo servís.

Artículo VIII

Afirmamos que una economía prosperará en la medida en que sus empresarios honren el principio de mayordomía delante de Dios.

Negamos que un ambiente económico o social saludable pueda ser sustentado a largo plazo sin la práctica del principio de mayordomía para con Dios.

Éxodo 23:24-26: 24 No te inclinarás á sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrantarás enteramente sus estatuas. 25 Mas á Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti. 26 No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo cumpliré el número de tus días.

Deuteronomio 28:1-68: 1 Y SERÁ que, si oyeres diligente la voz de Jehová tu Dios, para guardar, para poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te pondrá alto sobre todas las gentes de la tierra; 2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios. 3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. 4 Bendito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu bestia, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. 5 Bendito tu canastillo y tus sobras. 6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.
7 Pondrá Jehová á tus enemigos que se levantaren contra ti, de rota batida delante de ti: por un camino saldrán á ti, por siete caminos huirán delante de ti. 8 Enviará Jehová contigo la bendición en tus graneros, y en todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da. 9 Confirmarte ha Jehová por pueblo suyo santo, como te ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos. 10 Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es llamado sobre ti, y te temerán. 11 Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que juró Jehová á tus padres que te había de dar. 12 Abrirte ha Jehová su buen depósito, el cielo, para dar lluvia á tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás á muchas gentes, y tú no tomarás emprestado. 13 Y te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola: y estarás encima solamente, y no estarás debajo; cuando obedecieres á los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas. 14 Y no te apartes de todas las palabras que yo os mando hoy, ni á diestra ni á siniestra, para ir tras dioses ajenos para servirles.
15 Y será, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para cuidar de poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos, que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. 16 Maldito serás tu en la ciudad, y maldito en el campo. 17 Maldito tu canastillo, y tus sobras. 18 Maldito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. 19 Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.
20 Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano é hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas presto á causa de la maldad de tus obras, por las cuales me habrás dejado. 21 Jehová hará que se te pegue mortandad, hasta que te consuma de la tierra á la cual entras para poseerla. 22 Jehová te herirá de tisis, y de fiebre, y de ardor, y de calor, y de cuchillo, y de calamidad repentina, y con añublo; y perseguirte han hasta que perezcas. 23 Y tus cielos que están sobre tu cabeza, serán de metal; y la tierra que está debajo de ti, de hierro. 24 Dará Jehová por lluvia á tu tierra polvo y ceniza: de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas. 25 Jehová te entregará herido delante de tus enemigos: por un camino saldrás á ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos: y serás sacudido á todos los reinos de la tierra. 26 Y será tu cuerpo muerto por comida á toda ave del cielo, y bestia de la tierra, y no habrá quien las espante. 27 Jehová te herirá de la plaga de Egipto, y con almorranas, y con sarna, y con comezón, de que no puedas ser curado. 28 Jehová te herirá con locura, y con ceguedad, y con pasmo de corazón. 29 Y palparás al mediodía, como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos: y nunca serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve. 30 Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la vendimiarás. 31 Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no se te volverá; tus ovejas serán dadas á tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate. 32 Tus hijos y tus hijas serán entregados á otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día: y no habrá fuerza en tu mano. 33 El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y nunca serás sino oprimido y quebrantado todos los días. 34 Y enloquecerás á causa de lo que verás con tus ojos. 35 Herirte ha Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, sin que puedas ser curado: aun desde la planta de tu pie hasta tu mollera. 36 Jehová llevará á ti, y á tu rey que hubieres puesto sobre ti, á gente que no conociste tú ni tus padres; y allá servirás á dioses ajenos, al palo y á la piedra. 37 Y serás por pasmo, por ejemplo y por fábula, á todos los pueblos á los cuales te llevará Jehová. 38 Sacarás mucha simiente al campo, y cogerás poco: porque la langosta lo consumirá. 39 Plantarás viñas y labrarás, mas no beberás vino, ni cogerás uvas; porque el gusano las comerá. 40 Tendrás olivas en todo tu término, mas no te ungirás con el aceite; porque tu aceituna se caerá. 41 Hijos é hijas engendrarás, y no serán para ti; porque irán en cautiverio. 42 Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra consumirá la langosta. 43 El extranjero que estará en medio de ti subirá sobre ti muy alto, y tú serás puesto muy bajo. 44 El te prestará á ti, y tú no prestarás á él: él será por cabeza, y tú serás por cola. 45 Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido á la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó: 46 Y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu simiente para siempre.
47 Por cuanto no serviste á Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas; 48 Servirás por tanto á tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte. 49 Jehová traerá sobre ti gente de lejos, del cabo de la tierra, que vuele como águila, gente cuya lengua no entiendas; 50 Gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño: 51 Y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas: y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte. 52 Y te pondrá cerco en todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y encastillados en que tú confías, en toda tu tierra: te cercará, pues, en todas tus ciudades y en toda tu tierra, que Jehová tu Dios te habrá dado. 53 Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el cerco y en al apuro con que te angustiará tu enemigo. 54 El hombre tierno en ti, y el muy delicado, su ojo será maligno para con su hermano, y para con la mujer de su seno, y para con el resto de sus hijos que le quedaren; 55 Para no dar á alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comerá, porque nada le habrá quedado, en el cerco y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades. 56 La tierna y la delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie probó á sentar sobre la tierra, de ternura y delicadeza, su ojo será maligno para con el marido de su seno, y para con su hijo, y para con su hija, 57 Y para con su chiquita que sale de entre sus pies, y para con sus hijos que pariere; pues los comerá escondidamente, á falta de todo, en el cerco y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.
58 Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de aquesta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y terrible, JEHOVÁ TU DIOS, 59 Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu simiente, plagas grandes y estables, y enfermedades malignas y duraderas; 60 Y hará volver sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y se te pegarán. 61 Asimismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la enviará sobre ti, hasta que tú seas destruido. 62 Y quedaréis en poca gente, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud; por cuanto no obedeciste á la voz de Jehová tu Dios. 63 Y será que como Jehová se gozó sobre vosotros para haceros bien, y para multiplicaros, así se gozará Jehová sobre vosotros para arruinaros, y para destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra, á la cual entráis para poseerla.
64 Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde el un cabo de la tierra hasta el otro cabo de ella; y allí servirás á dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y á la piedra. 65 Y ni aun entre las mismas gentes descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; que allí te dará Jehová corazón temeroso, y caimiento de ojos, y tristeza de alma: 66 Y tendrás tu vida como colgada delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no confiarás de tu vida. 67 Por la mañana dirás: ¡Quién diera fuese la tarde! y á la tarde dirás: ¡Quién diera fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos. 68 Y Jehová te hará tornar á Egipto en navíos por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volveréis: y allí seréis vendidos á vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien os compre.

2 Crónicas 24:20: Y el espíritu de Dios envistió á Zachârías, hijo de Joiada el sacerdote, el cual estando sobre el pueblo, les dijo: Así ha dicho Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová? No os vendrá bien de ello; porque por haber dejado á Jehová, el también os dejará.

Proverbios 13:11: Disminuiránse las riquezas de vanidad: Empero multiplicará el que allega con su mano.

Isaias 65:11-16: 11 Empero vosotros los que dejáis á Jehová, que olvidáis el monte de mi santidad, que ponéis mesa para la Fortuna, y suministráis libaciones para el Destino; 12 Yo también os destinaré al cuchillo, y todos vosotros os arrodillaréis al degolladero: por cuanto llamé, y no respondisteis; hablé, y no oisteis; sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis lo que á mí desagrada.
13 Por tanto así dijo el Señor Jehová: He aquí que mis siervos comerán, y vosotros tendréis hambre; he aquí que mis siervos beberán, y vosotros tendréis sed; he aquí que mis siervos se alegrarán, y vosotros seréis avergonzados; 14 He aquí que mis siervos cantarán por júbilo del corazón, y vosotros clamaréis por el dolor del corazón, y por el quebrantamiento de espíritu aullaréis. 15 Y dejaréis vuestro nombre por maldición á mis escogidos, y el Señor Jehová te matará; y á sus siervos llamará por otro nombre. 16 El que se bendijere en la tierra, en el Dios de verdad se bendecirá; y el que jurare en la tierra, por el Dios de verdad jurará; porque las angustias primeras serán olvidadas, y serán cubiertas de mis ojos.

Artículo IX

Afirmamos que el obtener ganancias y producir riquezas en el proceso de servir al mercado con bienes y servicios es algo bueno y moral cuando se busca llevar a cabo de acuerdo con los principios bíblicos.

Negamos que la rentabilidad que resulta de servir al mercado libre en concordancia con los principios bíblicos sea inherentemente mala o nada más una expresión de egoísmo.


Deututeronomio 8:18: Antes acuérdate de Jehová tu Dios: porque él te da el poder para hacer las riquezas, á fin de confirmar su pacto que juró á tus padres, como en este día.

Proverbios 12:11: El que labra su tierra, se hartará de pan: Mas el que sigue los vagabundos es falto de entendimiento.

Eclesiastés 2:24: No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma vea el bien de su trabajo. También tengo yo visto que esto es de la mano de Dios.

3:13: Y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.

4:9: Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.

5:18-19: 18 He aquí pues el bien que yo he visto: Que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte. 19 Asimismo, á todo hombre á quien Dios dió riquezas y hacienda, y le dió también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce su trabajo; esto es don de Dios.

Artículo X

Afirmamos que una función del gobierno civil es crear una infraestructura y un clima de justicia y orden en el que los individuos son alentados a crear, desarrollar y producir productos y servicios útiles a la humanidad, a las criaturas y al ambiente de la tierra.

Negamos que sea función del gobierno civil manipular, dirigir o controlar la economía o la productividad de sus ciudadanos.


Éxodo 20:15: No hurtarás.

Deuteronomio 1:16-17: 16 Y entonces mandé á vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el que le es extranjero. 17 No tengáis respeto de personas en el juicio: así al pequeño como al grande oiréis: no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios: y la causa que os fuere difícil, la traeréis á mí, y yo la oiré.

16:18-20: 8 Seis días comerás ázimos, y el séptimo día será solemnidad á Jehová tu Dios: no harás obra en él.
9 Siete semanas te contarás: desde que comenzare la hoz en las mieses comenzarás á contarte las siete semanas. 10 Y harás la solemnidad de las semanas á Jehová tu Dios: de la suficiencia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según Jehová tu Dios te hubiere bendecido. 11 Y te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú, y tu hijo, y tu hija, y tu siervo, y tu sierva, y el Levita que estuviere en tus ciudades, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda, que estuvieren en medio de ti, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para hacer habitar allí su nombre. 12 Y acuérdate que fuiste siervo en Egipto; por tanto guardarás y cumplirás estos estatutos.
13 La solemnidad de las cabañas harás por siete días, cuando hubieres hecho la cosecha de tu era y de tu lagar. 14 Y te alegrarás en tus solemnidades, tú, y tu hijo, y tu hija, y tu siervo, y tu sierva, y el Levita, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda, que están en tus poblaciones. 15 Siete días celebrarás solemnidad á Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda obra de tus manos, y estarás ciertamente alegre. 16 Tres veces cada un año parecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: en la solemnidad de los ázimos, y en la solemnidad de las semanas, y en la solemnidad de las cabañas. Y no parecerá vacío delante de Jehová: 17 Cada uno con el don de su mano, conforme á la bendición de Jehová tu Dios, que te hubiere dado.
18 Jueces y alcaldes te pondrás en todas tus ciudades que Jehová tu Dios te dará en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio. 19 No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos. 20 La justicia, la justicia seguirás, porque vivas y heredes la tierra que Jehová tu Dios te da.

Salmos 125:3: Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la suerte de los justos; Porque no extiendan los justos sus manos á la iniquidad.

Proverbios 29:2: Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra: Mas cuando domina el impío, el pueblo gime.

Romanos 13:3-4: 3 Porque los magistrados no son para temor al que bien hace, sino al malo. ¿Quieres pues no temer la potestad? haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; 4 Porque es ministro de Dios para tu bien. Mas si hicieres lo malo, teme: porque no en vano lleva el cuchillo; porque es ministro de Dios, vengador para castigo al que hace lo malo.

Efesios 4:28: El que hurtaba, no hurte más; antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad.

Artículo XI

Afirmamos que la prosperidad económica crece a partir de la libertad del individuo de trabajar y recibir para sí mismo las recompensas de su trabajo, y que la historia demuestra que esto es verdad.

Negamos que el gobierno civil tenga la habilidad de producir riqueza duradera a través de la producción organizada, o por la implementación de principios Marxistas, comunistas o socialistas. Negamos además que exista algún ejemplo en la historia donde la producción organizada por el gobierno civil, o donde los principios Marxistas, comunistas o socialistas hayan beneficiado, en el largo plazo, a sus pueblos o la producción de riqueza.

(No se dan referencias Bíblicas para el Artículo XI porque la apelación de prueba es el testimonio de la historia, no la Biblia.)

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jueves, 20 de mayo de 2010

El sistema económico de la Biblia (1ª parte)

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La Biblia no sólo es objeto de erróneas interpretaciones teológicas o, directamente, ignorada y sustituida por doctrinas falsas.

Casi tan habitual como lo anterior es la obsesión con que Cristo era un "anticapitalista" (o lo difundido por la Teología de la Liberación, doctrina equivalente a coger una estampa de un Cristo y meterla en un ejemplar de "El Capital" de Karl Marx pintándolo como un revolucionario que murió luchando contra los romanos y no resucitó, o, directamente, entregando a un cura una metralleta). Algo parecido, por poner dos ejemplos, es el caso del hermanito masón de César Vidal, lamentándose lacónicamente en el panfleto ultra-pro-PSOE "El Plural" de que la izquierda, en su parecer, hubiera "entregado la Biblia a la derecha", o el de la gansada de Pedro Zerolo al afirmar, en 2005, que el matrimonio homosexual no iba "contra las palabras de Jesús de Nazareth".

Frente a estas tonterías progres, lo cierto es que Jesucristo defendió algo tan puramente liberal como la solidaridad voluntaria (liberales como Robert Nozick hablan de lo encomiable de la solidaridad cuando es voluntaria, precisamente por esto), distinta a la obligatoria impuesta por el Estado, sin caer en la anarquía antiestatista, por supuesto ("dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", las leyes fiscales leyes son y hemos de respetarlas aunque no estemos de acuerdo con los niveles confiscatorios a que puedan llegar).

Alguna vez me ha entrado la risa al escuchar o leer que la expulsión de los mercaderes del templo era un alegato "contra el mercado", y no una reacción de Cristo al ver que estaban profanando un lugar sagrado, ni más ni menos.

¿Qué hay más liberal que oponerse a la progresividad fiscal, uno de los dogmas socialistas en esta materia, teniendo en cuenta el criterio bíblico del diezmo, la proporcionalidad del 10%?

Aquí pueden encontrar una selección de principios de libertad económica contenidos en la Biblia. Lean los versículos bíblicos y juzguen por ustedes mismos. ¿Es o no de libertad económica el sistema de la Biblia?¿Quiso Dios que fuéramos socialistas?:


En http://www.contra-mundum.org/castellano/declaraciones/coalicion/Sist_EcoBib.pdf

Declaraciones de Afirmación y Negación

Definición: La economía es el estudio y la implementación de principios para la
producción, distribución y consumo de bienes y servicios.


Artículo I

Afirmamos que Dios creó al hombre y la tierra en la cual vive el hombre, y que al hombre le fue dada la responsabilidad, por parte del Creador, de ser mayordomo sobre la tierra.

Negamos que el hombre ya no sea responsable ante Dios como mayordomo de los recursos de la tierra.


Génesis 1:28: Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

2:15: Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.

3:23: Y sacólo Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fué tomado.

Salmo 8:4-8: 4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, que lo visites? 5 Pues le has hecho poco menor que los ángeles, Y coronástelo de gloria y de lustre. 6 Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: 7 Ovejas, y bueyes, todo ello; Y asimismo las bestias del campo, 8 Las aves de los cielos, y los peces de la mar; Todo cuanto pasa por los senderos de la mar.

24:1-2: 1 De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. 2 Porque él la fundó sobre los mares, Y afirmóla sobre los ríos.

104:14: El que hace producir el heno para las bestias, Y la hierba para el servicio del hombre; Sacando el pan de la tierra.

Hebreos 2:8: Todas las cosas sujetaste debajo de sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto á Él; mas aun no vemos que todas las cosas le sean sujetas.

Apocalipsis 11:18: Y se han airado las naciones, y tu ira es venida, y el tiempo de los muertos, para que sean juzgados, y para que des el galardón á tus siervos los profetas, y á los santos, y á los que temen tu nombre, á los pequeñitos y á los grandes, y para que destruyas los que destruyen la tierra.

Artículo II

Afirmamos que la creatividad y los recursos del hombre – y la habilidad para producirlos y desarrollarlos – son un reflejo de la propia imagen de Dios, a la cual fue creado el hombre, y que un área clave en la que se evidencian estos rasgos es en las actividades económicas.

Negamos que las actividades y esfuerzos económicos sean opuestos ya sea a la naturaleza del hombre o de Dios, o a las leyes morales del universo.

Génesis 1:26-31: 26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. 27 Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió. 28 Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer. 30 Y á toda bestia de la tierra, y á todas las aves de los cielos, y á todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fué así. 31 Y vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fué la tarde y la mañana el día sexto.

Salmo 104:14-15: 14 El que hace producir el heno para las bestias, Y la hierba para el servicio del hombre; Sacando el pan de la tierra. 15 Y el vino que alegra el corazón del hombre, Y el aceite que hace lucir el rostro, Y el pan que sustenta el corazón del hombre.

Proverbios 16:11: Peso y balanzas justas son de Jehová: Obra suya son todas las pesas de la bolsa.

31:22: Ella se hizo tapices; De lino fino y púrpura es su vestido.

Eclesiastés 2:24: No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma vea el bien de su trabajo. También tengo yo visto que esto es de la mano de Dios.

3:13: Y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.

4:9: Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.

5:18-19: 18 He aquí pues el bien que yo he visto: Que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte. 19 Asimismo, á todo hombre á quien Dios dió riquezas y hacienda, y le dió también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce su trabajo; esto es don de Dios.

Artículo III

Afirmamos que la Biblia enseña que los individuos tienen el derecho de poseer propiedad privada.

Negamos que la Biblia enseñe un sistema económico en el que toda la propiedad le pertenece a la comunidad o al estado.

Éxodo 20:9: Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;

15: 1 Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico á Jehová, y dijeron: Cantaré yo á Jehová, porque se ha magnificado grandemente, Echando en la mar al caballo y al que en él subía. 2 Jehová es mi fortaleza, y mi canción, Y hame sido por salud: Este es mi Dios, y á éste engrandeceré; Dios de mi padre, y á éste ensalzaré. 3 Jehová, varón de guerra; Jehová es su nombre. 4 Los carros de Faraón y á su ejército echó en la mar; Y sus escogidos príncipes fueron hundidos en el mar Bermejo. 5 Los abismos los cubrieron; Como piedra descendieron á los profundos. 6 Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en fortaleza; Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. 7 Y con la grandeza de tu poder has trastornado á los que se levantaron contra ti: Enviaste tu furor; los tragó como á hojarasca. 8 Con el soplo de tus narices se amontonaron las aguas; Paráronse las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio de la mar. 9 El enemigo dijo: Perseguiré, prenderé, repartiré despojos; Mi alma se henchirá de ellos; Sacaré mi espada, destruirlos ha mi mano. 10 Soplaste con tu viento, cubriólos la mar: Hundiéronse como plomo en las impetuosas aguas. 11 ¿Quién como tú, Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en loores, hacedor de maravillas? 12 Extendiste tu diestra; La tierra los tragó. 13 Condujiste en tu misericordia á este pueblo, al cual salvaste; Llevástelo con tu fortaleza á la habitación de tu santuario. 14 Oiránlo los pueblos, y temblarán; Apoderarse ha dolor de los moradores de Palestina. 15 Entonces los príncipes de Edom se turbarán; A los robustos de Moab los ocupará temblor; Abatirse han todos los moradores de Canaán. 16 Caiga sobre ellos temblor y espanto; A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová, Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste. 17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has aparejado, oh Jehová; En el santuario del Señor, que han afirmado tus manos. 18 Jehová reinará por los siglos de los siglos. 19 Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de á caballo en la mar, y Jehová volvió á traer las aguas de la mar sobre ellos; mas los hijos de Israel fueron en seco por medio de la mar.
20 Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. 21 Y María les respondía: Cantad á Jehová; porque en extremo se ha engrandecido, Echando en la mar al caballo, y al que en él subía.
22 E hizo Moisés que partiese Israel del mar Bermejo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. 23 Y llegaron á Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara. 24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber? 25 Y Moisés clamó á Jehová; y Jehová le mostró un árbol, el cual metídolo que hubo dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dió estatutos y ordenanzas, y allí los probó; 26 Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, é hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído á sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié á los Egipcios te enviaré á ti; porque yo soy Jehová tu Sanador.
27 Y llegaron á Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y asentaron allí junto á las aguas.

Levítico 19:13: No oprimirás á tu prójimo, ni le robarás. No se detendrá el trabajo del jornalero en tu casa hasta la mañana.

Proverbios 13:22: El bueno dejará herederos á los hijos de los hijos; Y el haber del pecador, para el justo está guardado.

Santiago 5:4: He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros, clama; y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.

Artículo IV

Afirmamos que la oportunidad para que el individuo obtenga ganancias de sus labores, y para producir riquezas a través de sus esfuerzos justos y legítimos es un factor primordial de motivación en la producción de riqueza y un ingrediente clave para la salud económica y la estabilidad de una sociedad.

Negamos que la riqueza, la prosperidad económica y el avance tecnológico puedan alcanzarse de manera significativa aparte de la oportunidad del individuo de obtener ganancias personales por sus esfuerzos legítimos y legales.

Deuteronomio 8:18: Antes acuérdate de Jehová tu Dios: porque él te da el poder para hacer las riquezas, á fin de confirmar su pacto que juró á tus padres, como en este día.

1 Timoteo 5:8: Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.

Artículo V


Afirmamos que la Biblia es el recurso suficiente para aprender los principios económicos fundamentales que complacen a Dios y que conducen a la prosperidad y a la estabilidad económica.

Negamos que la Biblia sea insuficiente para enseñar principios económicos fundamentales que complazcan a Dios y que conduzcan a la prosperidad y a la estabilidad económica.


Salmos 111:10: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Buen entendimiento tienen cuantos ponen aquéllos por obra: Su loor permanece para siempre.

Proverbios 11:1: El peso falso abominación es á Jehová: Mas la pesa cabal le agrada.

Isaias 8:20: ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme á esto, es porque no les ha amanecido.

2 Timoteo 3:16-17: 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra.

Artículo VI

Afirmamos que la Biblia contiene aquellos principios económicos que son morales y justos, principios que deben ser seguidos por todas las personas, todas las sociedades y todos los estados.

Negamos que sea moralmente aceptable para cualquier persona, estado o institución el buscar obtener ganancia económica en oposición a los principios bíblicos.

Levítico 18:2-5: 2 No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos: Jehová es su heredad, como él les ha dicho. 3 Y este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey ó cordero: darán al sacerdote la espalda, y las quijadas, y el cuajar. 4 Las primicias de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás: 5 Porque le ha escogido Jehová tu Dios de todas tus tribus, para que esté para ministrar al nombre de Jehová, él y sus hijos para siempre.

19:35-37: 35 No hagáis agravio en juicio, en medida de tierra, ni en peso, ni en otra medida. 36 Balanzas justas, pesas justas, epha justo, é hin justo tendréis: Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto.
37 Guardad pues todos mis estatutos, y todos mis derechos, y ponedlos por obra: Yo Jehová.

20:22-23: 22 Guardad, pues, todos mis estatutos y todos mis derechos, y ponedlos por obra: y no os vomitará la tierra, en la cual yo os introduzco para que habitéis en ella. 23 Y no andéis en las prácticas de la gente que yo echaré de delante de vosotros: porque ellos hicieron todas estas cosas, y los tuve en abominación.

Deuteronomio 4:8: 4 Mas vosotros que os allegasteis á Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy. 5 Mirad, yo os he enseñado estatutos y derechos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para poseerla. 6 Guardadlos, pues, y ponedlos por obra: porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, gente grande es ésta. 7 Porque ¿qué gente grande hay que tenga los dioses cercanos á sí, como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? 8 Y ¿qué gente grande hay que tenga estatutos y derechos justos, como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?

16:18-19: 18 Jueces y alcaldes te pondrás en todas tus ciudades que Jehová tu Dios te dará en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio. 19 No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.

Salmos 119:75: Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justicia, Y que conforme á tu fidelidad me afligiste.

119:106: Juré y ratifiqué El guardar los juicios de tu justicia.

119:160: El principio de tu palabra es verdad; Y eterno es todo juicio de tu justicia.

Proverbios 13:18: Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo: Mas el que guarda la corrección, será honrado.

Romanos 13:8-10: 8 No debáis á nadie nada, sino amaros unos á otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley. 9 Porque: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; no codiciarás: y si hay algún otro mandamiento, en esta sentencia se comprende sumariamente: Amarás á tu prójimo como á ti mismo. 10 La caridad no hace mal al prójimo: así que, el cumplimento de la ley es la caridad.

2 Timoteo 3:16-17: 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra.

Por cierto, por favor, lean la sarta de idioteces por centímetro cuadrado que suelta el hermanito masón de César Vidal en el artículo enlazado. Puede que algún día, si estimo que merece la pena, las analice. Más que nada por el grado tan supino de pobreza intelectual que encierran tan escasas líneas.

Próximamente, más principios económicos bíblicos.
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viernes, 7 de mayo de 2010

¿Qué se espera de nosotros?

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No faltarán quienes digan que los liberales clásicos y cristianos defendemos valores caducos y trasnochados, más propios del siglo XXI que del 2010, que las tendencias y las opiniones cambian. Incorrecto e inexacto: los valores, al menos los nuestros, son inmutables porque entendemos que son y serán beneficiosos para un país, pasen los siglos que pasen.

También pueden decir que pretendemos imponer a los demás un código moral y que es algo que no es consentible. Eso sería una verdad a medias. El humanismo, sin ser a veces consciente de ello, tiene su propia moral. No será cristiana, será otra cosa, pero es un sistema moral. Cuando gana las elecciones impone su agenda moral a través de las mayorías parlamentarias. Podemos ir al ejemplo del Gobierno del PSOE, el que tenemos en España, pero también puede ser aplicable a un partido de la derecha que no apoye valores cristianos. El PSOE gana las elecciones, obtiene mayoría parlamentaria y, a través de las leyes, impone su propia moral, su propio sistema de valores. Será zarrapastroso y mostrenco pero es una moral ¿Acaso Zapatero o Bibiana se paran a pensar en que sus valores ofenden a los cristianos y en que se los están imponiendo? ¡No! Les dan forma de ley y punto. Son leyes y los cristianos hemos de acatarlas pues leyes son y porque, a la vez, somos liberales y demócratas, respetamos el estado de derecho y el resultado de las urnas. Y sabemos que el liberalismo no es irse con un coctel molotov a las puertas del Congreso de los Diputados porque nos ofendan las leyes que salgan de allí. Además de que es un delito.

Todo es moral, sólo que el humanismo no es consciente de que ellos tienen su sistema moral y nosotros el nuestro. Por supuesto, lo combatiremos democráticamente, dando la batalla de las ideas y respetando en todo momento la libertad de darnos su opinión y rebatirnos de quienes no compartan nuestros valores. Porque somos cristianos, liberales y demócratas.

Y formar en valores cristianos a nuestros hijos para que, quién sabe, algún día quizás lleguen al poder, POR SUPUESTO, PREVIO PASO POR LAS URNAS, que nadie tenga equívocos. Sacarlos de las escuelas públicas es una obligación moral. A algunos les espantará la posibilidad, lo respeto, por supuesto, pero debemos tener suerte, el futuro debe ser nuestro. Puede que en vida no lo lleguemos a ver pero, aún así, hay que ir creando cimientos. Esto no es una cuestión de que ahora seamos minoritarios o "raritos".

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martes, 4 de mayo de 2010

El Cristianismo es la única respuesta

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Reproduzco aquí el siguiente artículo publicado en La Web Cristiana, bastante relacionado, en cierto modo, con lo expuesto en la entrada anterior:
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El Cristianismo es la única respuesta
Artículo de Noel J. Rojas C.
La Web Cristiana

Cada día me convenzo más de que sólo el Cristianismo es la respuesta, no sólo para la condición perdida del ser humano como individuo, sino para todos los males que aquejan a la sociedad en general. Los hombres pasan y los gobiernos humanistas se suceden unos tras otros ofreciéndose como la gran panacea para remediar las penurias de la gente, y, sin embargo, cada vez, inexorablemente, dejan detrás de sí una secuela de frustraciones y desencantos. Los Cristianos tenemos frente a nosotros un inmenso desafío: mostrar al mundo que la fe en Jesucristo no es una religión hueca, ni un culto místico ni una treta escapista, sino que, además de conducir a la salvación personal y a la vida eterna en el cielo, ofrece soluciones concretas a las naciones aquí en la tierra. Como Cristianos puestos por Dios en esta nación, lo primero que tenemos que entender es cuál es la verdadera causa de los problemas que aquejan a nuestro país. En el fondo de la grave crisis política y económica, que es real e ineludible, hay una crisis moral y espiritual. El abandono de los valores Cristianos y la entrega al pecado y a la disolución, son las verdaderas causas de la situación que padecemos hoy. La falta del temor de Dios es la causa de la corrupción que ha imperado por años en el ámbito político y económico. La promiscuidad, el adulterio, el alcoholismo, la drogadicción y el desenfreno generalizado son consecuencia del vacío espiritual en las vidas de los hombres.

Debemos mirar más allá de los partidismos y las tendencias y guardar nuestros corazones de dejarse llevar por las contiendas humanas, porque, al fin y al cabo, quienes nos han gobernado en el pasado y quienes gobiernan ahora no son sino hombres por quienes Cristo murió, criaturas a quienes Dios ama y que necesitan al Salvador. Es imperativo que entendamos que nuestra nación está viviendo, en última instancia, las consecuencias del olvidarse de Dios y Sus mandamientos. Y más imperativo aún es que los Cristianos asumamos nuestra responsabilidad como embajadores de Cristo aquí en la tierra.

¿Qué debemos hacer los Cristianos ante esta situación? Y la respuesta a esta pregunta depende, de manera crucial, de la visión que tengamos de los planes y propósitos de Dios para la Iglesia en el futuro.

Si nuestra visión es pesimista, diremos que no hay nada que podamos hacer. Sólo nos queda contemplar pasivamente como el diablo destruye nuestra tierra, llevando a nuestra juventud a la perdición, haciendo que nuestras riquezas naturales sean despilfarradas, que nuestra economía vaya a la bancarrota, que personas corrompidas ocupen las posiciones de poder para enriquecerse ilícitamente, trayendo así miseria, desolación y desesperanza. Diremos que “son los últimos días”, que “el reinado del anticristo ha comenzado”, que “debemos aceptar la voluntad de Dios” y que sólo nos queda “salvar a los que podamos” y esperar que “el Señor Jesús venga del cielo a rescatarnos de este mundo perdido”.

Pero, ¿es ésa realmente la voluntad de Dios? Sinceramente, creo que no. Creo que Dios nos llama a discernir los tiempos y a ser entendidos en el conocimiento de Su voluntad. ¡Creo que nos encontramos ante un tiempo de oportunidad para el pueblo de Dios! Porque las Escrituras dicen que “el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios” (Ro. 8:19).

A través de la Biblia podemos ver que Dios ha usado a Sus hijos para bendecir la tierra en momentos de crisis. Un ejemplo de esto es José. Cuando vino un período de hambre y escasez en Egipto, Dios levantó a José como gobernador y lo llenó de sabiduría para que administrara todo el fruto de las cosechas del país. Y mientras que hubo hambre en todos los países, en la tierra de Egipto no faltó el alimento. Incluso, venían las gentes de otras naciones a comprar, porque el hambre era grande, pero había abundancia en Egipto gracias a la buena administración de José (Gn.41: 38-57; 45:8; Sal. 105:21).

Dios puso a Daniel como gobernador en Babilonia, una nación pagana y depravada, porque “había en él un espíritu superior”. A través de Daniel, el nombre del Señor fue glorificado grandemente a través de señales y maravillas, hasta el punto de que Nabucodonosor, un rey perverso e idólatra, tuvo que humillarse y reconocer que “el Dios vuestro es Dios de dioses y Señor de los reyes” (Dn. 2:46-49; 6:3-4).

La Biblia nos da promesas de un futuro glorioso para el pueblo de Dios. En el libro del profeta Isaías dice que: “Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones” (Is. 2:1-4). Y en el libro del profeta Habacuc dice que, “la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.” (Hab. 2:14, ver también Is. 11: 9-10).

Ahora bien, esto no sucederá de una manera mística o etérea. Dios llama a sus hijos a ofrecerse como instrumentos para establecer Su reino en la tierra. Dios requiere del compromiso de Su pueblo, la Iglesia, para: te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra.” (Sal. 2:8). Pero, aunque la oración es fundamental, no es suficiente con orar. El reino de Dios comienza a ser establecido cuando cada hijo de Dios es luz en el lugar en donde está. En la familia, en el salón de clases, en el vecindario, en el lugar de trabajo, y hasta en un cargo político, la luz debe brillar. “Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mt.5: 15-16). La religión muerta hace huir a los hombres, pero la vida de Cristo reflejada a través de nosotros les atraerá al Reino de Dios. Nuestra conducta debe ser una expresión del mensaje de gracia, fe y esperanza que Cristo vino a ofrecer. El ejemplo de una vida transformada, rebosante de amor, gozo y paz, es más poderoso que la más correcta exposición de doctrina y erudición bíblica. La gente anhela ver realidad, no escuchar sermones. Debemos ser epístolas vivientes, “conocidas y leídas por todos los hombres; cartas de Cristo, escritas no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo” (2 Co. 3: 2-3).

Y finalmente, debemos ofrecernos a Dios como instrumentos para la unidad de Su pueblo. En estos momentos impera en el país un espíritu de contienda y división por causa del fragor político. Es muy fácil dejarse llevar por la corriente de las diatribas humanas y caer en la misma actitud. El apóstol Pablo define esto como una conducta carnal: “...porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?” (1 Co. 3:3). Y peor todavía es dejar que ese espíritu entre en la Iglesia de Cristo. José, aún cuando era el segundo después de Faraón, supo guardarse del espíritu de Egipto. Daniel “propuso en su corazón no contaminarse” con el espíritu de Babilonia. El diablo obtiene victoria cuando el pueblo de Dios se enfrasca en pugnas estériles que no conllevan a edificación ni crecimiento de la Iglesia. Ningún fruto de justicia será concebido a través de la contienda: “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad, porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica” (Stg. 3:14-15). Por esto, para que el reino de Dios avance y prevalezca, debemos ser factores de unidad, permitiendo que fluyan a través de nuestra vida los frutos de la longanimidad, la paciencia, la humildad y el amor de Cristo hacia nuestros hermanos. ¡Sólo así podremos conquistar y vencer!

Hermanos míos, servimos a la Causa más grande del Universo, que es la redención de las almas de los hombres y el establecimiento del reino de Cristo en la tierra. Tenemos un Mensaje que es superior a cualquier filosofía o doctrina que la mente humana haya podido concebir.

No perdamos de vista ni la naturaleza ni la meta de nuestra batalla. ¡Porque, en el fin, seremos los hijos de Dios quienes regiremos en la tierra, para gloria de nuestro Dios!

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